Su fundador un joven visionario, hace más de 20 años tuvo la iniciativa de emprender su propio negocio comercializando cítricos en el mercado colombiano y haciendo exportaciones a Ecuador a través de una intermediación.

Luego, tras años de lucha y con la idea de conquistar otros mercados, apoyado por su familia decide en el año 2015 registrar su empresa como Exportadora, incursionar en sus propios cultivos.  Desde ese mismo año y hasta el 2017, se mantuvo exportando únicamente al Ecuador.  

Un año más tarde en esa búsqueda incansable por encontrar mejor valor para los cítricos y un modelo que permitiera dar mayores garantías para todos los que intervienen en la cadena productiva, se inician exportaciones de limón  hacia Estados Unidos y de Naranja  hacia Guadalupe.   Posteriormente,  Estados Unidos hace reapertura a Colombia  para ingreso de cítricos dulces, lo que motiva a ampliar las instalaciones físicas de la planta empacadora, adquirir personal calificado,   maquinarias y equipos, entre otras; logrando enviar el primer contenedor de naranja  en la reapertura del mercado.

Sin duda alguna, este suceso tuvo un impacto muy positivo no sólo para la empresa sino también para el sector citrícola en Colombia y fue así como surgió la necesidad de reinventar y mejorar los procesos.

En la actualidad, la empresa se constituye como uno de los principales exportadores de cítricos y día a día trabaja en la mejora continua para afrontar nuevos desafíos.